Nacen las primeras tortugas malagueñas en una playa de Marbella, España.

 

Durante la madrugada del 3 al 4 de agosto del año pasado, tuvo lugar un hecho inédito en las costas españolas, una tortuga boba hembra embarazada anidó en la playa de los Boliches, ubicada en Málaga. Esta tortuga dejó enterrados aproximadamente 70 huevos, pero los biólogos de la zona no tenían muchas esperanzas de que pudieran llegar a eclosionar este año debido a que la playa de los Boliches es bastante conocida por los lugareños y suele ir mucha gente.

Fue por esa razón que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente intervino para que se trasladara el nido a una playa más segura, donde habría más posibilidades de que esos huevos llegaran a eclosionar, y la elegida fue la playa de Calahonda.

Pero esto no era suficiente para garantizar un mínimo de posibilidades para que estas tortugas finalmente nacieran, se necesitaba una vigilancia las 24 horas que el gobierno no podía (o quería) costear, por lo que la asociación Pro Dunas, una organización ambientalista que actúa principalmente en Málaga, tomó cartas en el asunto e hizo un llamamiento a la población en busca de voluntarios. 

Una vez cerrado el periodo de inscripción, y para sorpresa de todos, había 200 personas apuntadas para llevar a cabo la vigilancia del nido y otras 40 personas se encontraban en lista de espera, por lo que se ha podido proteger el nido durante todo el año hasta ahora que los huevos han empezado a eclosionar.

Entre las once de la noche y las dos de la madrugada del pasado martes 23 de septiembre, empezaron a eclosionar, ante la atenta mirada de los voluntarios que se encontraban allí, los primeros huevos.

En total nacieron 38 pequeñas tortugas boba que fueron recogidas por miembros de la administración pública y que las llevaron a Algeciras, donde permanecerán aproximadamente un año recibiendo cuidados y donde engordarán. Cuando ese año termine, las tortugas estarán preparadas para ser liberadas a su medio natural, el océano.

Mientras tanto, los voluntarios de la asociación Pro Dunas siguen cuidando del nido, ya que todavía quedan 20 huevos por eclosionar.