Alguna vez te has preguntado qué pasaría si hubiera una enfermedad que matara a toda una especie vegetal, o que pasaría si una kilométrica plaga de langostas exterminara una planta que sólo se encuentra en una pequeña región del mundo?
Aunque es muy difícil que una enfermedad aniquile a toda una especie imposibilitando su reproducción y privándonos de su uso, no es imposible. Simplemente nos basta con ver lo rápido que se ha extendido el COVID-19 y en qué periodo tan corto de tiempo ha puesto patas arriba el mundo. Es por ello que en el año 2008, el gobierno noruego decidió construir una gran estructura bajo el hielo, concretamente en la región de Svalbard con el objetivo de preservar todas y cada una de las especies vegetales.
(Foto de la única parte visible del banco de semillas, la entrada, el resto se encuentra debajo del hielo)Este complejo subterráneo, calificado por la revista Time como el sexto mejor invento del mundo en 2018, es una completa obra maestra de la ingeniería. Es capaz de resistir la explosión de diferentes bombas y otras consecuencias de enfrentamientos bélicos, también puede resistir a diferentes catástrofes naturales tales como terremotos de hasta 10 grados en la escala de Richter, radiaciones solares y al estar debajo del permafrost (la capa de hielo que permanece congelada todo el año) también tiene una temperatura de entre -3ºC y -6 ºC que protegería las semillas en caso de que los refrigeradores internos fallaran. Además, la ubicación a 130 metros por encima del nivel del mar, asegura que el suelo esté seco y con ello la conservación de las semillas.
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